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Mucho OAKA

Los helenos se impusieron con solvencia en la vuelta de Obradovic a casa, con un gran juego coral y defensivo.

Era una noche especial, el maestro, el hombre que había cubierto de gloria al Panathinaikos, un tal Želimir Obradović, que entre otros títulos, dio 5 euroligas al equipo ateniense en poco más de una década, en la que dominó el baloncesto. En frente estaba Xavi Pascual, un técnico que empezaba la temporada sin equipo, a la espera de una oportunidad, que le llegó en Grecia, y es que como dijo el propio Obradovic a principio de la temporada, cuando aún estaba parado, es uno de los mejores técnicos de Europa y no merece estar parado….. y su deseo se hizo realidad, y se convirtió en pesadilla, porque Panathinaikos saco de quicio al Ülker, en un partido con tensión en el que incluso en el tercer cuarto ambos técnicos se enzarzaron.

El partido comenzó con un equipo heleno que llevado en volandas, como siempre, por su afición, consiguió marcharse lejos rápido, y acabar el primer cuarto con 23-14. El segundo cuarto servía para reaccionar, y los pupilos del serbio reaccionaban y evitaban que se marcharan los locales, cerrando el cuarto con un 18-23, dejando al descanso el 41-37 y todo vivo para la segunda parte.

El tercer cuarto, tras unos inicios de tanteo, pronto de decantó por los helenos que salieron con mucho más impulso, garra, ganas, ambición,… salieron a por el partido, y Fenerbache solo podía aguantar y seguir pegado a Panathinaikos evitando que se marcharan a más de 10 a base de coger rebotes ofensivos y sacar faltas, pues el tiro no entraba. El cuarto quedaba con un 20-15 que ponía en el global el 61-52. El último cuarto fue una clase magistral de los de Pascual de cómo no perder un partido encarrilado: echando más ganas o al menos las mismas que tu rival, eso hicieron, y los turcos nunca llegaron, los griegos ganaron con tranquilidad, administrando los tiempos, no complicándose la vida, mientras los turcos erraban y volvían a errar de cara al aro. El partido finaliza con un 81-70.

En el equipo heleno triunfó el bloque, aunque fue un gran partido del base Calathes, con 16 puntitos, bien acompañado por Demetris Nichols que aportó 14. Bourousis estuvo también muy correcto en defensa contra el juego interior turco. En estos, solo Nunnally con 21 puntos destacó y Sloukas (13), en un equipo que le faltó espíritu, el que siempre tiene el OAKA.

Con la derrota, Fenerbache se queda con 8-4 de balance, 5º, empatado con el 2º, estando con el mismo balance Baskonia, Madrid y Olympiakos. Esta próxima jornada recibe al Darussafaka Dogus. Por su parte, los helenos se colocan con un 7-5 que los deja 6º en solitario, y la sensación de que va siendo cada vez mejor, solo le falta dar un paso fuera del OAKA, y la semana que viene tendrán que dar el paso en Milán.

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