Análisis LA Clippers 2016/17: eternos aspirantes del Oeste tras Warriors y Spurs
Los Ángeles Clippers solo habían conseguido clasificarse 7 veces para jugar los Playoffs hasta 2011, en 41 temporadas de existencia. Las 8 primeras en Buffalo, bajo el sobrenombre de los Braves, y las 6 siguientes en San Diego, ya con su apellido actual. Desde entonces llevan 5 campañas seguidas jugando las eliminatorias por el título. Han caído dos veces en primera ronda (2013 y 2016) y las otras tres en segunda, es decir en semifinales de conferencia. Estamos asistiendo, por tanto, a la edad de oro, al menos hasta el momento, de la franquicia, en la que incluso llevan 4 años siendo el mejor equipo de la ciudad.
A pesar de ello, los resultados de las últimas campañas han sido un tanto decepcionantes, ya que han estado siempre entre los principales candidatos a jugador finales de conferencia, aunque siempre un escalón por debajo de otros equipos como Golden State o San Antonio. J. J. Reddick, Chris Paul y Blake Griffin podrán salir al mercado al finalizar esta campaña como agentes libres, los dos últimos tienen opciones de jugador, y parece probable que al menos uno de ellos decida cambiar de aires, especialmente si no se consigue algún éxito importante esta campaña.
Por todo lo anterior, la temporada que comienza se antoja definitiva en la historia (al menos contemporánea) de la franquicia californiana. La base del equipo sigue siendo la misma: Paul, Griffin, DeAndre Jordan, Reddick, Jamal Crawford, Luc Mbah a Moute, Wesley Johnson, Austin Rivers y Paul Pierce. Estos nueve continúan, y además se incorporan Marreese Speights, Brandon Bass, Alan Anderson, Raymond Felton y los rookies Brice Johnson (ala-pívot seleccionado en el puesto 25 de la 1ª ronda proveniente de North Carolina) y Diamond Stone (llegado de la Universidad de Maryland, con 19 años puede jugar de 4 y 5, y fue elegido en el pick 40 de 2ª ronda), ambos interiores.
Así, la gran debilidad que presentará la franquicia angelina será la vida que hay tras el quinteto titular, que es bien escasa. El banquillo se presenta muy limitado, sobre todo en la suplencia de Chris Paul donde tan solo se encuentran Rivers y Raymond Felton, dos dilemas de la posición más importante en los últimos años.