Felipe Reyes, el eterno guerrero.
Muchos años han pasado desde la llegada de Felipe Reyes al Real Madrid desde el eterno rival. Muchas temporadas, esta será la duodécima, en las que alguna vez que otra se ha hablado de su salida del equipo blanco. Pero lo cierto es que como el buen vino el rendimiento de Felipe en el Real Madrid ha ido mejorando y adaptándose a las necesidades de un equipo, que hasta la llegada de Pablo Laso estaba en continua reconstrucción.
Precisamente para mi este fue el punto de inflexión de Felipe en su carrera en el Real Madrid, la llegada de Pablo Laso trajo estabilidad al equipo, pero también obligo a un jugador importante en el Real Madrid a asumir un nuevo rol. Felipe paso de ser un jugador titular en el equipo a ser un jugador de rotación. Esta nueva situación para muchos jugadores seguramente habría sido un motivo para replantearse su futuro, pero lejos de esto asumió su rol y se adaptó a las necesidades del equipo.
La llegada de Laso trajo estabilidad y además un sistema de rotaciones que casualmente siempre empezaba con un número minutos reducidos para el capitán, pero la temporada era larga y al final de la misma siempre acababa disputando los minutos importantes, restando minutos a los fichajes del año demostrando una vez más que su capacidad de trabajo y superación es difícil de medir.
Durante esta adaptación Felipe trabajo nuevos aspectos de su juego, mejoró su tiro exterior para convertirse en un ala-pivot con un tiro de 5 metros de grandes porcentajes, trabajo su porcentaje de triples, algo que no había utilizado hasta entonces y sobre todo no dejo de lado su aspecto de juego más importante, el trabajo y la lucha continua en el campo.
El futuro
La temporada que acaba de comenzar será posiblemente una de las más complicadas del capitán desde su llegada. El cuerpo técnico del Madrid ha trabajado mucho este año para conseguir un equipo fuerte y de garantías, para lo cual ha reforzado mucho su juego interior. La llegada de jugadores como Randolph o Hunter unido al trabajo incansable del Chapu han colocado al capitán en una situación complicada. Pero a sus 36 años sigue siendo un jugador importante para el entrenador y que mantiene constante su número de minutos independientemente de los jugadores que tenga la plantilla. Como cada año será un jugador importante para el equipo, el eterno guerrero blanco.