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¿Cometieron dos errores?


Un par de semanas después del anuncio de Kevin Durant de que su elección para jugar durante los próximos dos años eran los Golden State Warriors, y tras los traspasos fichajes y renovaciones que se han ido produciendo en el mercado estival y de agentes libres, quería hablar un poco sobre las sensaciones que me producen los movimientos en los Warriors y en los Cavaliers…y compararlas.

Los Warriors, ya todo el mundo lo sabe…y cuando digo todo el mundo me refiero al 80 por ciento de la población mundial, contrataron a Kevin Durant por dos años y no haciendo una oferta desorbitada, pero sí dejando en una situación muy delicada la situación de su plantilla, tanto la futura como la actual. No voy a entrar en la especulación sobre la renovación de Stephen Curry para el próximo año, y me voy a centrar en esta próxima temporada.

Cualquiera que vea la plantilla de Golden State puede ver un superequipo, pero a mí no me lo parece tanto y veo ciertas carencias en su confección que puede llevar al fracaso a la franquicia. Su quinteto titular es de los que dan miedo: Curry, Thompson, Durant, Green y West….por ejemplo. Todos All-Star y la mayoría componentes del USA Team en alguna ocasión. El único problema que yo veo, y no es pequeño, es que a día de hoy al baloncesto se juega con un solo balón en el campo.

Curry no tiene problema, al menos no por ahora, en compartir galones y balones, ya que sabe que todo el mundo sabe lo bueno que es y todo lo que puede hacer en la cancha. Ya ha demostrado que puede meter más de 30 puntos por partido en una temporada (igual que Durant) y cuando el año que viene negocie su próximo contrato va a recuperar, económicamente hablando, todo el tiempo perdido.

Green es un todo terreno que puede hacer continuos triples-dobles sin acaparar el balón y le quedan muchos años de contrato como para ponerse nervioso. Además, le encanta dar asistencias…y este año se puede hinchar. ¿Alguien se imagina a un “cuatro” siendo el máximo asistente de la NBA?...pues al loro.

Durant ha demostrado su talante con su decisión: Es más conservador que un Republicano ultra. Si no gana el anillo habrá fracasado estrepitosamente, y le lloverán críticas a diestro y siniestro. Ya, de por sí, ha bajado su escalafón con respecto a LeBron James en cuanto a un debate sobre quién es mejor de los dos. LeBron se comportó como un Ulises en la Odisea de su regreso a casa para ganar el anillo que le alzaba al nivel de los Héroes o Semidioses de la mitología griega. Si es necesario, y ya lo hizo en OKC, se apartará a un lado para que brillen otros.

West, o el empeño de un hombre por lograr un anillo de campeón al precio que sea, y ese precio es muy alto…al menos económicamente. Ya el año pasado fichó por los Spurs con esa intención, y este año repite a una apuesta más segura, si cabe.

Y Thompson: aquí es donde yo veo un posible problema. ¿Tiene Klay el estatus lo suficientemente alto como para ser considerado una pieza indispensable de estos Warriors? Yo creo que no. Su puesto está en peligro. El dúo se ha convertido en trío…con posibilidades de volver a ser un dúo si su rendimiento baja (lo que es más que probable en cuanto a puntos anotados) o si su juego no se adecúa a las necesidades del equipo. Su puesto es ocupado por Durant, lo que hace que Thompson tenga este año una labor más de escolta que de alero tirador (que es lo que es). Es una de las piezas que cojea en este puzle. Me temo que es el que menos contento está del fichaje de Kevin.

Luego vienen los hombres de banquillo y, aunque la cosa empieza muy bien cuando vemos a Iguodala y a Livingston, e incluso a Pachulia, formar parte del mismo, podemos comprobar que en los Warriors los centers han dejado de existir, o al menos los centers de cierto nivel. Los últimos años era un puesto cubierto con absoluta solvencia por Andrew Bogut, Festus Ezeli y Mareeese Speights, y esta próxima temporada ninguno de los tres continuará en la bahía. A cambio han renovado a Varejao, de quien sus mejores años en la liga han pasado a mejor vida, que vino a mitad de la temporada de los Cavs y tras una serie de lesiones en pie y rodilla, han renovado a McAdoo, cuentan con Kevon Looney que sólo jugó 5

partidos antes de lesionarse, y han elegido a Damian Jones en el draft.

El equipo lo completan los escoltas Ian Clark y Patrick McCaw (novato). No demasiado que decir sobre ellos, salvo que tienen toda la pinta de terminar con el culo liso de pasar tantos minutos en el banquillo.

Y, por último, y no menos importante, es la baja de Luke Walton, el técnico asistente de estas últimas temporadas ha pasado a ser técnico jefe de los Lakers de Los Ángeles. Yo no me olvido de que con él al frente del equipo los Warriors no perdieron ni un solo partido mientras que Steve Kerr estuvo de baja por sus problemas de espalda. ¡Ojo con esta pérdida en el staff técnico de Golden State!

Como puede verse, tras la fachada preciosa y reluciente de un quinteto titular magnífico en cuanto a nombres y calidad, nos encontramos más un decorado de cartón-piedra que una fortaleza inexpugnable. Yo veo a un equipo carente de rebote y de poderío interior que va a intentar llevar el juego a su terreno, que no es otro que el “small ball”, pero los Thunder, con Adams, Ibaka y Kanter, demostraron en la Final de Conferencia que eran más que capaces de haber ganado a los Warriors jugando con hombres altos e intimidatorios. Desde luego que la Regular Season la pasarán con solvencia, y será en los PlayOffs en donde se verá la verdadera valía de esta plantilla. En un principio en una Conferencia Oeste en donde los Spurs, que mantienen el bloque que les ha llevado al éxito de manera regular, y los Clippers han de ser los máximos rivales por el título de conferencia, y después ante el máximo candidato de la Conferencia Este, y actual campeón de la NBA, los Cavaliers de Cleveland.

Un par de resquicios que pueden hacer que este transanlántico de lujo se convierta en un Titanic.

En el otro lado, tanto del cuadro de la NBA, como a la hora de realizar fichajes llamativos, se encuentran los actuales campeones: Cleveland Cavaliers.

Con la máxima estrella de la NBA, LeBron James, declarando que no salía al mercado de Agentes Libres para quedarse un año más en su casa con la intención de revalidar un título que tanta sangre, sudor y lágrimas ya costado conseguir por vez primera en la historia de la franquicia. LeBron y los Cavs escribieron una página en la Historia del baloncesto que nadie olvidará jamás.

El resto de la estructura de la plantilla campeona se mantiene, con sus pros y sus contras….pero triunfantes al fin y al cabo. Tan sólo han permitido que sus pívots Mozgov y Kaun se marchen con aire fresco para poder fichar a un Chris Andersen que, como dirían en mi pueblo, “no pide pan” y da unos resultados positivos allá donde va…siempre y cuando se mantenga alejado de posibles vicios…y vicios en Cleveland hay pocos (que se lo pregunten a J.R. Smith), y a Mike Dunhenlavy, un veterano francotirador procedente de los Bulls.

Queda saber si J.R. Smith, quien decidió salir al mercado tras conseguir el título, se marcha o se queda. Un fleco sin demasiada importancia.

Visto el espacio que he dedicado a unos y a otros queda claro que los Cavaliers han sido fiel a aquel dicho que dice “si no está roto, no lo arregles”…y no sólo no han arreglado nada, sino que con las incorporaciones han mejorado aquellos puestos que pudieran presentar alguna debilidad.

El tiempo, juez inexpugnable, dará y quitará razones. Dentro de 11 meses el veredicto.

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