Resacón en Las Vegas
Dos días después de la consecución del título de la NBA por los Cleveland Cavaliers por primera vez en su historia, me gustaría contar el futuro que acontece para la franquicia del estado de Ohio.
Hemos visto las celebraciones de la ciudad recibiendo el ofrecimiento del título por parte de la plantilla y de su máximo exponente, LeBron James, quien lució para la ocasión una camiseta homenaje a The Ultimate Warrior (El Último Guerrero, como se le conocía en España), estrella de la WWE fallecido hace unos meses, y que utilizó al mismo tiempo para hacer una analogía con él y con los Golden State Warriors: él es el guerrero que siempre queda en pie, un Mad Max del baloncesto. Pues bien, ahora queda ver cuál es la decisión que toma el MVP de las finales y mejor jugador de la NBA actualmente, después de haber destronado a golpe de puntos, rebotes, asistencias tapones y robos al Principito Curry. A LeBron le queda un año de contrato con los Cavaliers, pero tiene la opción de poder renunciar a él y presentarse al mercado de agentes libres para renegociarlo o fichar por otra franquicia ¿Qué va a hacer? Pues es complicado saberlo, ya que El Rey no se mueve por dinero, sino por retos y ambiciones. Podría ser que se quedase en los Cavaliers con la intención de tratar revalidar el título, pero también podría negociar con otro equipo para conseguir ser campeón con tres equipos diferentes a lo largo de su carrera deportiva. No cabe duda de que sería todo un logro que le acercaría a Michael Jordan en el sentido de ser considerado el mejor jugador de la historia del baloncesto. Veremos, dijo un ciego, lo que decide El Elegido al respecto de su futuro…y al futuro de los Cavaliers.
Del resto de componentes de la plantilla campeona 7 de sus jugadores acaban contrato o les queda uno opcional y, pese a que su grito de guerra es ALL IN, hay muchas posibilidades de que muchos salgan fuera de la franquicia:
J.R. Smith sale al mercado de agentes libres con la intención de ganar más dinero, a pesar de que le quedaba uno de contrato, pero no le hace efectivo él. Después de dar la nota en la fiesta del equipo junto a Shumpert exhibiendo su torso tatuado, tiene claro que entre el honor y el dinero….lo segundo es lo primero. Ya lo hizo hace unos años fichando por un equipo de la liga china por una morterada de millones de dólares. Ya tiene lo que todo jugador desea, el anillo, y ahora
buscará el color del dinero.
Mozgov acaba contrato y un jugador de su altura y calidad tendría cabida en cualquier equipo de la NBA. En los Cavs se ha visto relegado a la más absoluta suplencia esta temporada y eso hace que sea muy probable el regreso a Europa al equipo de donde salió, el CSKA de Moscú. Ganaría tanto dinero como en la NBA y podría lograr muchos títulos más…incluida la Euroleague.
James Jones acaba contrato y con 35 años y relegado a la suplencia total hace muy complicada su continuidad…salvo que sea para completar plantilla por el mínimo salarial.
Richard Jefferson anunció su retirada del baloncesto nada más finalizar el partido que les dio el título. Buenísimo rendimiento y un fantástico profesional. Mucha suerte en tu nueva vida.
Mathew Dellavedova. El base australiano ha pasado de tener un papel relevante en el equipo, siendo el base suplente de Kyrie Irving, y el titular cuando Drew ha estado lesionado, a quedar apartado en el banquillo de los olvidados tras una nefasta serie en las finales. Le adelantó por la derecha el superveterano Mo Williams, quien, por cierto, ha decidido continuar en el equipo el año que le quedaba de contrato.
Dahntay Jones, de olvidado a hacer un magnífico papel en los minutos que le dio Tyronn Lue en el quinto partido en sustitución de Iman Shumpert. Le queda un año de contrato, no garantizado, pero esas actuaciones le pueden valer su renovación.
Y ahora entramos en el sector de los que tienen contrato en vigor…pero que eso no les asegura en absoluto su continuidad en el equipo, como es el caso de Kevin Love, jugador que cobra como una superestrella de la NBA pero cuyo rendimiento deja mucho que desear, especialmente en cuanto al coraje y la bravura que brillan por su ausencia y que ha hecho que su máximo valedor, LeBron James, haya mostrado públicamente en más de una ocasión su enfado hacia él, frustrado por ver cómo no respondía a las exigencias motivacionales que requería la situación. Clave fue su no participación en el tercer encuentro de la serie final tras negarle los doctores que jugase por haber recibido un golpe en la cabeza en el segundo y que hizo que no participase en la segunda mitad del mismo. Aquello le marcó definitivamente y, salvo en el séptimo partido, su contribución al título ha sido francamente decepcionante. Los Celtics de Boston parecen interesados en él (y en media NBA) y Danny Ainge se ha reunido con su agente para iniciar una negociación que daría con su hípster cuerpo en el estado de Massachusets. Me temo que los Cavaliers no lo verían con muy malos ojos.
Kyrie Irving tiene cuatro años más de contrato y, a pesar de que a lo largo de la temporada se dijo que no estaba a gusto en el equipo y con su rol en el mismo, continuará en la franquicia.
Tristán Thompson fue renovado por los Cavaliers el año pasado después de un tira y afloja que se resolvió por la petición expresa de Lebron en favor de la misma, considerando que iba a ser una pieza clave del proyecto que les haría campeones. No se equivocó.
Sasha Kaun. Tiene un año más de contrato. Ni juega, ni cuenta. Posible regreso a Europa.
Channing Frye. Excelso tirador de 3 puntos que llegó a mitad de temporada para reforzar al equipo y que tuvo una destacadísima actuación en la final de conferencia pero que no aportó demasiado en la final por el título. Le quedan dos años más de contrato.
Iman Shumpert. Tres años más de contrato y una actuación absolutamente decepcionante. Ni fue capaz de defender de manera efectiva, ni fue capaz de anotar puntos. Mostró mucho nerviosismo y ansiedad en los partidos por el título.
Ahora queda ver lo que hará LeBron James y que marcará el futuro de la franquicia. Cualquier otra cosa que se diga formará parte del imaginario.
Veremos.