TO BE CONTINUED GSW 97-112 CAVS
- Pedro Allas
- 14 jun 2016
- 2 Min. de lectura

Los errores se pagan…y este puede que se pague muy caro. La baja de Draymond Green resultó tan importante como se intuía. El baloncesto no es sólo meter, o evitar que metan, un balón por un aro. El estado de ánimo es tan importante como lo anterior, y hoy a los Warriors les faltó el espíritu que le insufla el guerrero Green…y todo por su culpa. Los Cavaliers se presentaron en Oakland como si de una ruleta rusa se tratase pero con la diferencia de que tan sólo había un hueco en el tambor del revolver sin bala, y esta vez hubo una mayor involucración de los compañeros de LeBron y de Kyrie en el partido y esa fue mucha diferencia con lo se había visto hasta ahora.
Hablar de la primera mitad del partido es hablar de una verdadera batalla anotadora entre los líderes de ambos equipos, con Stephen y Klay (especialmente éste) anotando triples como si de desesperados se tratase para meter 9 de los 14 que lanzaron y hacer que Golden State alcanzase una ventaja de 7 puntos en el primer cuarto ante la que los Cavaliers supieron reaccionar gracias a los 43 puntos de Kyrie y LeBron…y los 18 de sus compañeros que hizo que el partido se fuese con un empate a 61 al descanso. Una locura anotadora.
Ahora quedaba comprobar si los Cavaliers iban a ser capaces de aguantar el ritmo y seguir funcionando como equipo, porque hasta ahora no lo habían logrado y estaba claro que ninguna de sus dos estrellas ( a BlandiLove le dejamos el estatus de “estrellado”) iba a descansar demasiados minutos en esta segunda mitad. Y fue entonces cuando apareció Richard Jefferson para ayudarles en defensa…y en ataque, porque JR Smith en defensa era quién había sufrido la exhibición triplista de Klay Thompson en la primera mitad sin que pareciese que hacía todo lo posible por evitarlo. O quizá no lo sabe hacer. Y esas pequeñas miguitas de pan en forma de puntos con los que Jefferson y Tristan Thompson colaboraron fueron suficientes para que la defensa de los Warriors sobre LeBron y Kyrie no se convirtiese en algo exclusivo hacia ambos. A ello había que unir que Curry y Thompson se vinieron abajo sensiblemente en su anotación y no hubo nadie en su equipo que supliese los problemas que tenían para lograr puntos (12 canastas de 45 lanzamientos, con un 3 de 21 de tres puntos, en la segunda mitad). Tan sólo Varejao parecía tener “corazón”…aunque no el suficiente carisma para arrastrar a sus compañeros en la tarea de conseguir la victoria.
Hoy era el día en el que el equipo de los Splash Brothers y del espíritu competitivo vestía de azul marino y vino tinto, y entre ambos anotaron 82 puntos (41 cada uno) para conseguir por vez primera en la historia que dos jugadores del mismo equipo anotasen cada uno esa cantidad de puntos.
¿La vuelta a Cleveland supondrá la vuelta a la rutina anterior o los Cavs habrán tomado nota de la receta de la victoria? El jueves tendremos respuesta.
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