La talla de Itoudis
(no he encontrado el dato pero así, a ojo, yo le echo metro setenta o metro setenta y poco)
Ayer miércoles, el CSKA, flamante campeón de la Euroleague, derrotó en el cuarto partido de la final al Unics tártaro y se proclamó campeón de la liga VTB (Rusia y otros países del Este), completando con el técnico griego Dimitrios Itoudis, en su 2º campaña al mando, una temporada estelar como hacía casi una década que no disfrutaba el club del Ejército ruso.
Tratándose del cacho plantilla que tienen los moscovitas, tienta aplicarle a su entrenador el célebre "Teorema del Cono" (los jugadores son tan buenos que con un conodeobra en el banquillo ganarían igual).
Pero la talla de este técnico me hace resistir esa tentación.
Hace una semana, antes de saberse el desenlace de la competición doméstica, ya se confirmaba oficialmente por parte del club la renovación por tres años más de su entrenador.
Con el séptimo trofeo europeo bajo el brazo, conseguido tras ocho años de decepciones rusas en la Final Four, estaban los dirigentes como para no renovarle, oye.
Ese no ha sido, empero, el único motivo. Por las sensaciones que ha ido dejando el equipo a lo largo del curso, es poco arriesgado afirmar que incluso en el caso de no haberse alzado con el cetro continental, también le hubieran ofrecido continuar.
Lo de ponernos en un escenario en el que perdieran también la liga rusa... bueno, digamos que no es un animal de compañía más aceptable de lo que pudiera ser un grillo cebollero.
A lo que voy... estamos ante un entrenador de talla. Poca gente lo duda y los que lo dudan es más por dar réplica formal que por auténtica convicción.
¿En qué consiste esa talla?
¿...y yo que sé?
Nada nos impide divagar al respecto, no obstante.
Y si algo intenta impedírnoslo tendrá que vérselas con nuestra legendaria pachorra.
Dimitrios no tiene un pasado rápidamente stalkeable como jugador (y además googlear es trampa). Estudiaba algo universitario en Croacia y ya le daba al tema del coacheo (no confundir con coaching). Luego se puso de asistente del PAOK. También nos sonaba a Wiki y a mí que entrenó a un par de equipos griegos de categoría indeterminada.
De paso, Wiki me dice que fue asistente del Panonios y no del PAOK... pero yo de Wiki me fío más o menos lo que me fío de mi memoria, conque se queda como está.
Uno de esos clubs se llamaba Filipo, que me lo ha recordado porque lo enlazo mentalmente con Macedonia, de cuya dinastía antigónida (post-alejandrina y por tanto post-filipesca) fue cuna la ciudad de Ber (o Berea), que es la ciudad de nacimiento de Itoudis...
¿...por dónde iba (disculpad)?
(ahí, dándole al Chivas a gusto... eso sí que es tener debates de baloncesto con fundamento, hombre ya)
Se junta con Obradovic en Panathinaikos al final del milenio y ahí empieza a aparecer en el radar...en el mío, al menos, que no te creas que tiene mucho alcance.
Zeljko siempre ha sido interactivo con sus colaboradores, pero pronto se hizo patente que había algo más con aquel griego bajito de trajes impecablemente elegantes que nunca parecen sentarle a la perfección. En ocasiones se alzaba y gesticulaba desde la banda con más entusiasmo que su jefe, que no ha ido nunca corto de él y sus discusiónes a pie de pista hicieron alzarse más de una ceja.
"En los partidos aún se contenía, pero en los entrenamientos, no paraba de discutirme cosas. Trece años... trece años discutiendo sin parar y por todo en todas y cada una de las sesiones hasta volverme loco"
"No me gusta que nos llaméis pareja... él es más bien mi hermanito pequeño"
Esto lo dice Obradovic con un afecto que incluye más cosas que lo meramente profesional.
Ninguna queja, por ese lado: cinco Euroligas de trece con el club griego son muchas Euroligas.
Ya tenemos unos datos objetivos para medir al Beriota (esos gentilicios...): En primer lugar que ha aprendido de uno de los más grandes, en segundo lugar que es un obseso del baloncesto a niveles Zeljkomaníacos y en tercer lugar que no se corta ni aunque se ponga a hurgarse los dientes con una astilla de cristal.
La mayoría de mortales, incluso con alguna experiencia profesional, no osaríamos discutirle a Obradovic ni durante cinco segundos.
Pues trece años se pasó el tío.
Tras dejar juntos el equipo y tomarse ambos un año sabático regresan al tajo en Turquía por caminos separados; Zeljko al Fenerbahçe y Dimitrios, como entrenador jefe del Banvit.
Que no se me pase que antes y/o durante se entretuvo posteando como analista técnico en la web oficial de la Euroliga.
En la NBA se ha dejado caer por Detroit un par de veces, pero le recuerdo más por dirigir a Orlando Magic en una Summer League.
Que cada uno se divierte como quiere en sus vacaciones, pero pasar de dirigir al mejor Panathinaikos a dirigir en la Summer League es un entretenimiento muy friqui.
En el Banvit turco, donde imprime un sistema de juego de ritmo muy alto, empieza a demostrar cositas. El equipo no campeona, pero consigue la proeza de acabar en primera posición de la temporada regular turca por primera vez desde la fundación del club. Me niego a googlear esto, pero juraría que la estrella del equipo era un tal Mejía, a quien soy incapaz de ubicarle mentalmente faz alguna, pero que me suena que era blanco.
Ahora me decís que en realidad era negro y se llamaba McGregor o algo y me la como ¿eh?
Paso de pensar en referencias históricas de la ciudad de Bandirma, por si me pierdo.
(el rostro del técnico del Unics Kazan contemplando el kárate kid de nuestro héroe me resulta fascinantemente indescifrable)
Con la marcha de Messina a los Spurs, le ofrecen dirigir al CSKA de Moscú.
Casi nada.
Descartando el Teorema del Cono, poner semejante transatlántico a los mandos de un técnico con relativamente poco bagaje como primer entrenador, pareció toda una apuesta.
En su primer año pagó algunos desajustes de una plantilla que no había diseñado él, pero a la que se adaptó sin estridencias (como para ponerle reparos a dirigir a algunos de los mejores del continente). No supo del todo qué hacer con Freeland y se lío en algunas decisiones puntuales... eso si no morían en el triple automatizado o se le iba la pinza a Teodosic (otra vez).
"Milos... puedes ganar o perder, pero lo importante es que tienes que jugar. No puedes dejar al equipo sin ti. Tanto si ganamos como si perdemos, tenemos que hacerlo contigo."
"Si creyera que se puede llegar a ganar una Euroleague sin pasar por momentos duros no sería un entrenador de baloncesto... sería un mago".
Con todo, las sensaciones fueron buenas.
Desde fuera, el ambiente interno del equipo da la impresión de estar casando bien la intensidad con el gusto. Admirado por sus hombres por la rigurosidad con la que les despieza a los oponentes en la preparación y respetado por la exigencia máxima expresada sin distinción de jerarquía, también parece tener un buen trato humano con jugadores y colaboradores.
Acepta discutir con todos.
Esta temporada, sin grandes fichajes, pero con una rotación más corta y ajustada, Itoudis ha profundizado en su gusto por algo que llamaremos EuroSmallBall, negándonos a prestar oído a la maliciosa vocecilla que nos susurra que lo llamemos "SietePollosSinCabezaOrMore".
Más partidario de juntar dos cuatros que de jugar para el Center, ataques rápidos donde el balón marca un ritmo alto sin que los jugadores tengan que correr de una canasta a otra, defensa poco contundente, pero con mucha flexibilidad y movilidad, una querencia Goldenwarrioresca al triple más o menos bien seleccionado y mucho aire en la pintura para que los exteriores castiguen penetrando los encimamientos indebidos sobre el tirador.
El resultado ha sido un doblete de los títulos mayores aderezado con muchos premios a nivel individual (con especial acaparamiento de De Colo) y algunas estadísticas remarcables.
En el registro de puntos por cien posesiones, han establecido el récord en 121, que es una auténtica animalada.
(un manteo es como higlight de jugador editado por agente; ahí no se nota lo que flojea. Pero parece fiarse de que le cogerán)
Quizás de lo poco que despierta algún reparo en él sea una ocasional facilidad para complicarse solito los partidos sobredirigiendo y/o protestando y gesticulando a todo lo que se menea.
Por mi parte, interpreto tales histrionismos, que me parecen más intencionados que fruto de la falta de control, como una forma de capitalizar presión, especialmente de cara a los árbitros (consistentemente) y la prensa (según y como).
“Normalmente empiezo la rueda de prensa post partido felicitando al rival cuando perdemos. No quiero faltar al respeto al Laboral Kutxa, a su entrenador, pero esta noche no se ha jugado un partido de baloncesto, ha sido lucha libre”.
Sin llegar a la espectacularidad de otros, el show Itoudis en ocasiones resulta extrañamente dislocado, entre lo aparentemente aleatorio de sus arranques y esa cara BusterKeatoniana que acompaña con seriedad sus saltitos y gesticulaciones.
Acabemos asegurando que no hubo ningún mal sentimiento hacia el club del Norte...
"Tuve tres buenas ofertas en mi larga etapa ateniense, la mejor fue de Querejeta en 2009. El fue el primero que creyó en mi y me vio con capacidad para ser primer entrenador. Siempre le estaré agradecido. Mis amigos y mi mujer me aconsejaron aceptar pero tenía una obligación hacia Pana que me había ofrecido un contrato de tres años".
Tres año son los que tiene ahora por delante en el CSKA.
Nada garantiza que pueda sumar algunas Euroleagues más en ese tiempo (nada lo imposibilita, tampoco), pero el hermanito pequeño de Zeljko ya le ha dejado claro al mundo que hace tiempo que se ha independizado completamente de la tutela filial.