RUSOS AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS
CSKA MOSCOW 101–96 FENERBAHÇE
¿Qué se puede decir de esta final? Pues no apetece demasiado aburrir con puntos, porcentajes, parciales, desventajas y ventajas, personales pitadas o no pitadas, decisiones arbitrales….No.
Apetece disfrutar de la pasión del mejor entrenador de Europa y de su discípulo que, hoy, por fin le ganó la partida para lograr el primer título de la Euroleague para el CSKA del multimillonario Andrei Vatulin (cualquiera diría que fueron el máximo representante deportivo del comunismo soviético en los años del blanco y negro en la televisión). Un título que se les había escapado de las manos en los años anteriores cayendo en poder de griegos, españoles e israelíes.
Zeljko Obradovic dio, a pesar de la derrota, una nueva lección de sabiduría baloncestística cuando la final parecía sentenciada al descanso con el 50-30 y tuvo que cambiar su planteamiento inicial del partido de manera radical. No imagino, si me lo permiten, que planease un partido a tantos puntos, pero la falta de defensa de los suyos en la primera mitad del partido le obligó a ello (a la fuerza ahorcan dicen). Y Dimitiris Utoudis demostró haber aprovechado todo el tiempo que pasó al lado del rey de Europa en el Panathinaikos, teniendo la tranquilidad suficiente como para saber lidiar con la presión que se le vino encima con la remontada que llevó a la prórroga un partido que tuvo ganado y que vio peligrar con la aparición de los fantasmas del pasado más reciente de este equipo rojo, y con la visita del presidente Vatulin en el corrillo del equipo ruso antes del inicio de la prórroga. Por un momento a más de uno le vino a la imaginación la figura de Don Vito Corleone vestido de Armani y con los ojos azules.
Decepcionaron dos de las estrellas del equipo turco, Bogdanovic y Vesely, que no estuvieron presentes en la final en ningún momento, mientras que Sloukas pareció la reencarnación de Spanoulis, y Datome demostró, uno por uno, que vale todos y cada uno de los dólares que cobra, junto a un Udoh dominador. En el CSKA los de siempre, Teodosic, De Colo y Haynes para que el eterno favorito para ganar el título lo consiguiese, con el francés haciendo una prórroga que le valió el título de MVP de la final.
Teodosic dejó claros sus planes después de tanta presión y tensión: "¿Cómo no voy a estar pensando en beber ahora?". A disfrutar toca.