Pasión turca o española
La segunda semifinal de la Final Four, viernes 13 de mayo a las 20 horas, tendrá como protagonistas, por un lado, a los hombres de Obradovic, el equipo del Fenerbache, y por el otro a los pupilos de Perasovic, la escuadra del Laboral Kutxa. Un partido donde los turcos se presentan como favoritos, pero el desparpajo y juego alegre de los vitorianos les puede dar una desagradable sorpresa a los de Obradovic, si se creen que ya están en la final del día 15.
El equipo turco llega a esta Final Four con la vitola de favorito, no en vano ha sido el mejor equipo durante toda la competición con unos balances espectaculares en todas las fases. En la primera fase tuvo un balance de 8-2, al que sumo un 11-3 en el TOP 16, para posteriormente ganar con solvencia su cruce en cuartos de final ante el Real Madrid, con un contundente 3-0, siendo muy superior en todos los encuentros al actual campeón de Europa.
Obradovic, todavía no sabe si podrá contar con el checo Jan Vesely, su mejor jugador este año en la competición, pero su amplia plantilla, llena de calidad en todos sus jugadores, es capaz de contrarrestrar esta importante ausencia. El equipo turco se caracteriza en que todos sus hombres destacan por igual en las facetas que les encomienda Obradovic, siendo esa su gran virtud, el bloque que forman todos los jugadores, donde el bien común se impone al bien individual. La prueba de esto, es que los jugadores que forman el quinteto inicial más utilizado por el técnico serbio, todos ellos, sobrepasan los 10 puntos de media de partido, y el resto de jugadores mantienen medias de 6 puntos por partido, lo que le permite mantener el nivel competitivo durante los encuentros.
El handicap que se puede encontrar el combinado otomano, en esta su segunda aparición en una Final Four, la primera fue el año pasado en Madrid, donde cayó derrotado con claridad por el Real Madrid, es la presión que van a tener sus jugadores por ser considerados favoritos y que no tienen margen de error, y la inexperiencia en este tipo de partidos.
En frente se encuentran los vitorianos del Baskonia, auténtica revelación de la competición y que llegan a esta cita, tras ocho años de ausencia, sin ninguna presión ni obligación de ganarla, ya que no contaban en ninguna de las quinielas para clasificarse para esta cita.
Los hombres de Perasovic han llegado a esta Final Four tras pasar con solvencia la primera fase, 6-4, y con gran solvencia y peleando el primer puesto del grupo, en el TOP-16, al todo poderoso equipo ruso del CSKA, acabando segundo del grupo de la muerte, con un balance de 9-5. El cruce de cuartos de final lo solventaron por la vía rápida, 3-0, ante los griegos del Panatinaikos.
El entrenador croata basará todas sus bazas en la dirección de juego y anotación de Adams y en la aportación del segundo jugador más valorado de la competición, el griego Bourousis que a sus 32 años está viviendo una segunda juventud.También, para las aspiraciones del equipo español, será muy importante la aportación de su capitán Causeur y la capacidad que tenga de parar en defensa al serbio Bogdanovic. La gran incógnita del combinado baskonista, será saber que actuación tendrá el húngaro Adam Hanga, ya que en las citas importantes del equipo es cuando a desarrollado su mejor juego. Importantísimo será el acierto exterior así como el paliar la, a simple vista, inferioridad del juego interior de los baskonistas ante el poderío que tiene en esa parcela del juego el equipo turco.
El papel de cenicienta le puede venir bien al Laboral, ya que el hecho de jugar sin la presión de tener que ganar y enfrentarse a un equipo que si va a tener esa presión, lo puede utilizar en los momentos decisivos del partido en beneficio propio. La clave, matener vivo el partido hasta el último cuarto.