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EN LA CUERDA FLOJA

SAN ANTONIO SPURS 91-95 OKLAHOMA CITY THUNDER

(OKC ganan 3-2)

El baloncesto, como todo en la vida, es cuestión de “momentos”. De saber aprovechar los momentos buenos para sacar el máximo provecho y tener un buen refugio donde protegerse cuando vengan los momentos malos. El partido de hoy ha sido una prueba más que corrobora este ejemplo.


Se presentaron los OKC en San Antonio después de la victoria en el cuarto partido de esta eliminatoria con la intención de arrebatar el factor cancha de nuevo, y comenzaron por delante en el marcador aprovechando que los Spurs no metían el balón ni en una piscina, aunque los Thunder tampoco es que tuviesen la noche inspirada, pero con poco (Durant y Westbrook) les valía para tener una ventaja en el marcador al final del primer cuarto (16-22).


En el segundo cuarto los Spurs aprovecharon mejor que lo habían hecho los Thunder su momento bueno, con un Leonard que mostraba el camino hacia la canasta contraria con la misma facilidad que un cuchillo caliente corta la mantequilla. Los de Oklahoma perdían balones y fallaban tiros fáciles. Ibaka, importante en el anterior partido, era el mejor de su equipo en este cuarto logrando los únicos 5 puntos que conseguiría en todo el partido. Así se llegó al descanso con un 48-43 en el marcador. Conociendo a los Spurs era de esperar que mantuviesen y aumentasen la ventaja.


Y así parecía que iba a ser. San Antonio logró situarse con una ventaja de 12-13 puntos en el tercer cuarto, con Danny Green en estado de gracia (8 puntos en este cuarto, sin fallo) y con Lamarcus Aldridge apareciendo en el partido por fin (9 puntos en el cuarto, pero mal en el tiro). Todo indicaba que el partido estaba encarrilado para los texanos, pero no supieron aprovecharse del momento y llegó una nueva sequía anotadora que supuso que en los últimos 5 minutos del cuarto los Spurs anotase 4 puntos tan sólo, por12 de su rival a base de que Westbrook forzase penetraciones a canasta para conseguir tiros libres o canastas fáciles.


72-69 era el marcador al comienzo del último cuarto, y todo por decidir. Quedaba ver si Duncan o Parker o Ginobili lograrían unirse a Leonard y Aldridge en la anotación para llevar al equipo a la victoria, pero los que aparecieron fueron Adams y Kanter para intimidar en defensa y aportar en ataque. Popovich reclamó un par de acciones irregulares de los Thunder en ataque (y tenía razón al pedir esas personales) que supusieron anotación para ellos y ponerse por delante en el marcador. A Aldridge se le encogió la muñeca de manera definitiva en este periodo, aunque su partido no había sido nada comparable con la exhibición de los dos primeros de esta serie, un 6 de 21 en tiros de campo lo atestigua (3 de 12 en la segunda mitad), y Leonard no fue suficiente ante el empuje de Westbrook (35 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias) y de Durant (23 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias).


No pinta nada bien el asunto para las huestes de El Álamo, y si no quieren acabar como Davy Crockett ante el superior empuje de las tropas mejicanas, el comandante Popovich deberá demostrar una vez más que es el mejor estratega de esta liga.

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